dijous, 1 de setembre del 2016

Val més ser cap d'arengada que coa de pagell

(versión en castellano para lectores internacionales, más abajo)


Jueves 1 de septiembre de 2016

Otra vez es septiembre, y eso quiere decir que es año nuevo, al menos por lo que se refiere a los objetivos de mi vida.

Hoy se cumplen 19 años desde que empecé a trabajar como programador, y 13 desde que empecé a programar videojuegos. Si me retirara a los 60 años, ya no tendría forma de haber pasado más tiempo dibujando cómics que programando, así que más vale que me ponga las pilas en mi proyecto de cambiar de carrera, como llevo tantos años diciendo que quería hacer. Parece que dejar atrás un montón de decisiones que tomé cuando era joven e inconsciente no será tan fácil.

Pero por si algo recordaré este año 2015-2016 será por haber estado haciendo mi primer curso oficial para aprender a dibujar cómics. Fueron 8 meses muy bien aprovechados, en los cuales tal vez no aprendí gran cosa que no supiera ya, pero conocí a mucha buena gente, y parece que estoy dibujando mejor que antes.

Eso sí, no he acabado ningún cómic nuevo durante este año, una cosa vaya por la otra.

Por otro lado, este año he aprendido muchas cosas sobre mí mismo, he casi completado un nuevo proyecto en mi trabajo (el oficial) y he ganados 6 kilos que antes no tenía. Ugh.


¿Y ahora qué? ¿Qué es lo que puedo proponerme hacer ahora que comienza el nuevo año?

Para empezar, terminar lo que he empezado. No sólo mi curso de cómic y el número de Huérfanos que estoy dibujando ahora. Seguir adelante en mi propósito de cambiar de carrera profesional, sin importar cuánto tiempo me lleve. Seguir aprendiendo cosas sobre mí mismo, y poner a prueba mis creencias más arraigadas.

Viajar. Este año, cortesía de mi esposa, he sumado Copenhague y Malmö a la lista de ciudades que conozco, y tengo intención de añadir algunas más. Para empezar, Angoulème, donde se celebra el año que viene el salón de cómic más importante de Europa. Os mantendré informados.

Ponerme en forma, que buena falta me hace. Recuperar mi ritmo de ejercicio y volver a correr 10 km en una hora, como era capaz de hacer hasta hace unos meses, cuando me empezó a crecer la tripa y el trasero.

Pero si tengo que hacerme un propósito de año nuevo realmente importante, sería el de recuperar las fuerzas. Estos últimos meses han sido en general agotadores, y he acabado cada día con sensación de estar drenado de energía. No ha sido tanto por la sensación de haber estado haciendo muchas cosas sino por tener un poco sensación de que no...


...estaba progresando. Este último año quizás he perdido un poco del entusiasmo que solía tener en años anteriores. Tal vez sea que me estoy haciendo mayor. Tal vez sea que no me estoy poniendo objetivos que realmente me estimulen. Algo que he aprendido de mí mismo es que con la motivación adecuada, nada me ha detenido de hacer cosas, ir a sitios y cumplir objetivos.

Y tengo la inmensa suerte de tener en casa el mejor modelo posible, una persona que además de una paciencia infinita, tiene la habilidad de llegar hasta donde se propone, cueste lo que cueste. La misma que ha leído más de 70 libros este año, y que hace tantos años se inventó una excusa para venir a vivir a Barcelona, y cada año se inventa otra para pasar su cumpleaños en otro país. En un mundo donde vivimos rodeados de gente que se acomoda o se conforma, tengo la suerte de vivir con una persona que nunca se rinde, y que un año tras otro me inspira a sacar la mejor de mí mismo. E incluso cuando yo mismo no estoy seguro de lo que soy capaz de hacer, ella siempre me recuerda que nunca ha dejado de creer en mí, incluso cuando yo ya no estoy tan seguro.

¿Mi deseo de año nuevo? Que encontréis a una persona en vuestra vida que os inspire tanto como a mí mi mujer. Va por ti, Pili :)