dimarts, 15 de juliol del 2008

Que lo eres, de mezquino

Parece que apenas fue ayer cuando llegué a Menorca y resulta que mañana ya me voy. Debe ser que he estado muy ocupado o muy a gusto porque en el mismo lapso de tiempo, en Irlanda ya andaba sufriendo de ansiedad. No creo que sea muy representativo, pero en todo caso volver a casa es lo último que está en mi cabeza. De momento, pasaré mi último y relajante día en la playa, y mañana pongo rumbo a Barcelona donde me espera el siguiente monstruo de final de fase (ups, deformación profesional).

Para los que no conozcan Menorca, uno de los hechos más llamativos del carácter menorquín (además de su acento) es la rivalidad entre Maó (actual capital) y Ciutadella (que lo fue en tiempos), a la que voy a aportar mi granito de arena: después de haber recorrido ambas con cierto detenimiento, Ciutadella me parece uno de los rincones más visitables de este lado del mediterráneo. Ayer me la recorrí entera mapa en mano y aunque el día nublado y la música de Camela a tope en el autobús no hacían presagiar nada bueno, me dejé contagiar del encanto de sus casas tradicionales, sus estrechos callejones y sus fragmentos de historia expuestos al visitante (y los chaletazos junto al puerto son impresionantes, también).



(Aquí el puerto de Ciutadella - no he conseguido descargar mis fotos de mi maldito móvil nuevo, así que esto es lo mejor que puedo mostrar)

En una nota relacionada, y aunque no he tenido ocasión de comprobarlo, me apuntan que en el puerto de Ciutadella están los mejores locales de la isla (y en el de Maó los mejores restaurantes) por lo cual la muchachada de Maó salé de marcha por Ciutadella y en caso de encontronazo, las viejas disputas tribales se resuelven por medios prehistóricos.

Y hasta aquí mi crónica de Menorca, que aún tengo mucho estrés que combatir :) Aunque debería mencionar que pese a mis expectativas de antes de venir, no me he encontrado con "La Alegría de los Globos" por más que no he dejado de otear el horizonte. Pero bueno, aún me quedan otras dos semanas de parrandeo, y planeo aprovecharlas bien.

(NOTA: en lugar de las habituales procacidades extraidas del refranero mallorquín, y aprovechando mi último día en tierras menorquinas, mi título de hoy va por la gente de aquí)

2 comentaris:

amelche ha dit...

Sabía yo que lo de los globos te había impactado: tardaste un tiempo en escribir nuevo post y aún te acuerdas... ¡Ja,ja! Pero seguro que eran globos de silicona pura.

Lo que cuentas de Maó me recuerda a una disputa que tuvimos mi compañera valenciana y yo contra los franceses en Irlanda del Norte en el 98. Ellos decían que la mayonesa era de Dijon y que la habían inventado los franceses y nosotras que ni hablar, que el nombre de "mayonesa" viene de Mahón, ¡faltaría más que fuera francesa! Hasta que los franceses no lo leyeron en su enciclopedia francesa de bolsillo, no nos creyeron, ¡ja,ja! Es que si fuera de Dijon, se llamaría "dijonesa", ¿no? :-D

Hator ha dit...

Ya ves, el mismo día en que tú te vas vengo yo. Motivos familiares y estancia temporal.
La enemistad Mô-Ciutadella creo que es más de lo que se cree. Vendría a ser algo así a lo que sucede con Glasgow y Edinburgo. El obrero contra el estirado. Y claro, Mô aquí sería Glasgow comparativamente hablando. Uf, qué chungo, menuda comparación...
Ahora, lo de la resolución violenta... en fin, creo que éso es más leyenda que otra cosa.

Puestos a comentar delicias gastronómicas locales, qué tal un par de acompañamientos?
a) una pomada
b) un vasito de Bloody Island