Con este motivo, he estado rematando las cosas que tenía pendientes y que no me puedo llevar conmigo de viaje. Así que me he terminado el libro que me compré por Sant Jordi, así como algunas series de televisión. Precisamente me he llevado una agradable sorpresa al ponerme el último episodio de El Internado (una serie tan casposa como adictiva), en versión digital clandestina (si Dios hubiera querido que viéramos las series con publicidad, no habría inventado el Emule). Debí sospechar algo con el título del episodio según el nombre del fichero ("La Alegría de los Globos") pero la pista definitiva de que no era precisamente El Internado lo que iba a ver terminar me la ha dado la chica protagonista de la equívoca grabación, que muestra las tetas a la cámara nada más aparecer en pantalla. Un rato más tarde, y tras ir de compras, hacerse un tatuaje y montar en un kart vistiendo solo un bañador que dejaba poco espacio a la imaginación, mantiene un encuentro íntimo muy explícito con un joven muy bien dotado.
No puedo evitar asombrarme del extraño sentido del humor de los responsables de compartir porno camuflado; después de todo, los que realmente buscan porno tienen donde elegir (y en todo caso, no es lo más raro que me he encontrado camuflado: en una ocasión fue un documental de National Geographic lo que apareció en vez del episodio de Lost que esperaba). Pero a punto de irme de viaje no puedo evitar pensar que tal vez se trate de una extraña premonición: tal vez mis relajantes, pero por demás anodinas, vacaciones puedan terminar deparando alguna sorpresa?
Pues ya os lo contaré dentro de un mes, tras batir mi récord personal de permanencia fuera de Mallorca, que actualmente está en 21 días (lo cual explica muchas cosas), y que después espero sea mucho más largo, si las cosas (y las entrevistas de trabajo) salen como espero. Estos meses me han ayudado a cambiar mi concepto de Mallorca, que ahora en vez de ser el lugar en el que vivo y trabajo se ha convertido en el lugar donde descanso y paso de todo. Demasiadas decepciones han contribuido a ello, incluyendo descubrir lo cabrones que pueden llegar a ser algunos de mis ex-jefes y ex-compañeros de trabajo, a todos los cuales espero poder devolverles algún día el favor.
Porque eso sí que sería "La Alegría de los Globos", definitivamente.